ATENCIÓN vs. DISTRACCIÓN

La gran batalla de la mente

Índice:

1. La Atención como recurso vital
2. ¿Qué es la atención y cómo funciona?
3. La economía de la atención: cómo se explota un mecanismo cognitivo
4. El precio de una mente dispersa: impactos en la salud y el bienestar
5. Cuidar el ecosistema atencional
6. Un terreno fértil para la atención plena

La atención como recurso vital

Nuestro mundo está inundado de información y la atención que la consume, la de cada uno, se ha convertido actualmente en un recurso muy valioso al ser cada vez más limitado. Nuestra capacidad de enfoque determina cómo procesamos la avalancha de estímulos que recibimos a cada instante y por lo tanto, condicionará los resultados de nuestras interacciones con el entorno. Como ya se estarán dando cuenta ustedes, nuestra era digital no es cognitivamente gratuita, la atención está constantemente acechada desde todos los flancos, la batalla ha comenzado sigilosamente y este nuevo desafío nos obliga a luchar por nuestro ecosistema atencional y el de los nuestros.

¿Qué es la Atención y Cómo Funciona?

La atención es un mecanismo cognitivo que, a grandes rasgos, nos permite seleccionar estímulos relevantes, ordenarlos y dar significado, por paquetes, a lo que ocurre a nuestro alrededor para que podamos ser funcionales (para vivir). Nuestro condicionamiento previo (la memoria) filtrará aquellos paquetes o parte de ellos que sean supuestamente irrelevantes para nuestra funcionalidad.

Es curioso que, actualmente, estemos tan orgullosos de la inteligencia artificial cuando todavía no existe un consenso en el púlpito de las ciencias cognitivas sobre la definición de atención. Suponemos, que al ser la atención la antesala de la conciencia y al ser la conciencia “el difícil problema de la conciencia”, algo que lleva de cabeza al mundo científico, todavía nadie se ha mojado para establecerlo. Y suponemos que, con el nivel de atención y conciencia humana actual, que no nos permite saber qué es la conciencia, la esperanza es que vamos a desarrollar una inteligencia artificial que lo sepa desvelar. Pero ese es otro debate, sigamos con algunos datos.

Según el modelo jerárquico de Sohlberg y Mateer, por ejemplo, existen diferentes tipos de atención:

• Atención focalizada: Capacidad para responder discretamente a estímulos específicos.
• Atención sostenida: Habilidad para mantener una respuesta constante durante una actividad continua y repetitiva.
• Atención selectiva: Capacidad para mantener el foco atencional inhibiendo estímulos distractores.
• Atención alternante: Habilidad para cambiar el foco de atención entre tareas que requieren diferentes respuestas cognitivas.
• Atención dividida: Capacidad para responder simultáneamente a múltiples tareas o demandas múltiples.

Estos procesos nos permitirían interactuar de manera efectiva con nuestro entorno, priorizando información relevante y desechando la irrelevante. Sin embargo, la sobrecarga de estímulos de la sociedad moderna sigue poniendo a prueba estos mecanismos.

La economía de la atención: cómo explotan nuestros mecanismos cognitivos

El término «economía de la atención» fue introducido por el economista y premio Nobel Herbert A. Simon, quien señaló que «una riqueza de información crea una pobreza de atención». En la actualidad, toda organización, privada o pública, compite por captar nuestra atención utilizando estrategias diseñadas para persuadirnos y mantenernos el máximo tiempo en sus “productos o mensajes” y modificar nuestra conducta. 

Esto se ha llevado a cabo gracias al desarrollo de tecnologías persuasivas altamente eficaces, como las que puso a disposición de los CEO’s de las grandes plataformas el Persuasive lab. de Stanford, rebautizado no hace mucho y sin ningún pudor, como Stanford Behavior Design Lab (Laboratorio de diseño de comportamiento de Stanford). Esas tecnologías directamente invaden nuestros mecanismos cognitivos a golpe de dopamina con herramientas conocidas por todos nosotros, a saber, notificaciones constantes, efectos visuales, aleatoriedad de estímulo y algoritmos que priorizan contenido muy, pero que muy atractivo.

Esta constante demanda de nuestra atención mina sin duda nuestra capacidad de concentración y puede llevar a una disminución de nuestra capacidad para realizar tareas que requieren un enfoque sostenido. Lo que muy poca gente sabe es que actualmente el tiempo de atención de una persona mueve un dinero que la persona, dueña de esa atención, nunca verá.

El precio de una mente dispersa: impactos en la salud y el bienestar

La incapacidad para mantener la atención no solo afecta nuestra productividad, sino que también tiene consecuencias en nuestra salud mental y emocional. La exposición constante a estímulos digitales y la práctica de la multitarea pueden contribuir a:

• Aumento del estrés y la ansiedad.
• Disminución de la memoria y la capacidad de aprendizaje.
• Dificultad para establecer vínculos profundos con otras personas.
• Depresión, desgana y falta de propósito vital.
• Baja tolerancia a la frustración.
• Adicción al estímulo de dopamina cerebral y atrofia atencional

Un estudio publicado en Nature Communications destaca que la multitarea digital no sólo no mejora la eficiencia, sino que reduce la capacidad de concentración a largo plazo, afectando nuestra resiliencia cognitiva.

Cuidar el ecosistema atencional

Recuperar el control de nuestro ecosistema atencional es esencial para nuestro bienestar. Algunas estrategias incluyen:

• Meditación y atención plena: se ha demostrado que la práctica diaria de la meditación, modifica nuestra estructura cerebral a partir de las ocho semanas. Entrenar el músculo atencional es indispensable para mantener el enfoque y reducir la reactividad a las distracciones.
• Reducción del consumo digital: establecer límites de tiempo y lugares donde no hacer uso de dispositivos y aplicaciones puede ayudar a disminuir las distracciones.
• Contacto con la naturaleza: como hemos explicado en otro artículo, pasar tiempo en entornos naturales ha demostrado mejorar la capacidad de concentración y reducir la fatiga mental, aparte de reducir la presión arterial y reducir los niveles de estrés físico.Prácticas manuales: Actividades como la jardinería, la alfarería o la escritura son aliadas del ser humano. No solo nos ayudan a mejorar la atención sostenida, si no también a adentrarnos en espacios de divagación creativa.

Un terreno fértil para la atención plena

Medita Natura ofrece un entorno y un acompañamiento profesional diseñado para restaurar nuestra capacidad de atención. A través de la combinación de meditación, actividades en la naturaleza y un seguimiento psicoterapéutico se crea un espacio donde podemos observar con mayor claridad la tendencia mental a la distracción constante y también enfocarnos en lo esencial con más facilidad. 

En una sociedad donde la distracción se está normalizando a un ritmo vertiginoso, aprender a proteger la atención y sostenerla en lo esencial es una habilidad cada vez más necesaria. Medita Natura se compromete a proporcionar las herramientas y el entorno necesarios para cultivar esta habilidad y mejorar nuestra calidad de vida.